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El Patio del Crucero fue posiblemente el mayor y
principal patio del conjunto residencial almohade. Cronológicamente, las primeras
intervenciones importantes corresponden a la dinastía almohade, quienes reconstruyeron
sobre restos de anteriores edificaciones el palacio en el siglo XI. Posteriormente, durante el
reinado de Alfonso X, en el siglo XIII, se realizaron modificaciones sustanciales, como la
construcción del Palacio Gótico al sur del patio. Fuentes históricas confirman que en ese
lugar existió el palacio conocido como Dar al-Imara. Sin embargo, el Palacio Gótico, tal
como lo conocemos hoy, está adaptado al estilo barroco debido a las modificaciones
realizadas por Sebastián Van der Borcht (1).
Un elemento central de este conjunto es el
denominado Patio de Crucero, cuyo nombre proviene de la disposición en forma de cruz
que presentan sus galerías. Estas dividen el espacio del jardín en cuatro partes,
configurando una planta rectangular. Sin embargo, este jardín no se limita a un único nivel,
ya que se extiende hacia un nivel subterráneo a más de 4 metros de profundidad, donde se
encuentra otro jardín con plantaciones de naranjos y otros árboles frutales. En este nivel
inferior, los cuatro parterres también se dividen en cuatro, reflejando una organización
simétrica. Así, el conjunto cuenta con dos galerías en forma de crucero y cuatro galerías
laterales, complementadas por dos albercas centrales que refuerzan el simbolismo del
agua.
Es decir, en el nivel superior, los andenes quedaban a la altura de las copas de los árboles
plantados en el nivel inferior, ofreciendo así la comodidad de tener los frutos al alcance de
la mano.
El diseño
a dos niveles implica que el el nivel superior descansa sobre el inferior mediante una
estructura de bóvedas. Estas bóvedas, formadas por arcos robustos de ladrillo y cantería, se
apoyan sobre el jardín inferior. Además, el espacio incluye una serie de pasillos que
permiten la circulación peatonal y sustentan los andenes del jardín superior, configurando
un diseño funcional y estético que combina naturaleza y arquitectura.
Según la hipótesis de Almagro, el pórtico inferior tenía varios arcos en cada lado, lo que
dejaba pasar poca luz. Estos arcos daban al vacío del jardín, que se encontraba a un nivel
inferior. Además, es probable que desde el arco central se pudiera acceder al jardín
mediante una escalera.
Lamentablemente, el jardín inferior se perdió tras el terremoto de Lisboa de 1755, y el ya
mencionado ingeniero, Sebastián Van der Borcht (2), fue el encargado de las obras de
reconstrucción.
Entre las transformaciones más
destacadas del Patio de Crucero se encuentra la incorporación de los baños de Doña María
Padilla, realizados después del gobierno de Alfonso X por el ingeniero Sebastián Van Der
Borcht bajo las reformas barrocas. El acceso a estos baños se realiza a través de la fachada
sur del Palacio Gótico.
En la actualidad, estos baños constituyen uno de los principales puntos de interés del patio.
No solo son relevantes desde el punto de vista arquitectónico, sino que también despiertan
fascinación por la historia romántica que los rodea en homenaje a la misma María de
Padilla. Según la tradición, el rey Don Pedro I, en un acto de amor póstumo hacia María de
Padilla, ordenó anular todos sus matrimonios previos y consiguió que las Cortes la
reconocieran como su única esposa tras su muerte, otorgando a este espacio una dimensión
simbólica y emocional que perdura hasta el presente