Capítulo 13: Endocrinología

El pico de presentación de la diabetes tipo 1 en niños es la pubertad. Los signos y síntomas están relacionados con la presencia de hiperglucemia y los efectos de la misma sobre el balance hidroelectrolítico; éstos incluyen poliuria, polidipsia, polifagia, pérdida de peso y visión borrosa.

Se asocia con cetoacidosis, los síntomas vinculados a esta complicación metabólica incluyen dolor abdominal, náusea y vómito. Puede haber cambios en el estado cognitivo que varían desde ligera somnolencia, hasta letargo profundo e incluso coma.

De inicio insidioso, puede cursar asintomática durante un largo periodo hasta tener complicaciones agudas o crónicas, caracterizadas las primeras por las llamadas “polis” (poliuria, polidipsia y polifagia), fatiga, pérdida de peso, visión borrosa, ataque al estado general y susceptibilidad a procesos infecciosos. Si hay descontrol y descompensación aguda se presenta cetoacidosis o síndrome hiperosmolar no cetósico.

Las complicaciones a largo plazo abarcan lesiones microvasculares como la retinopatía con pérdida de la visión, nefropatía que conduce a una insuficiencia renal crónica, neuropatía periférica con riesgo de úlceras en el pie, articulación de Charcot y amputaciones, y neuropatía autonómica.
Además lesiones macrovasculares como la ateroesclerosis cardiovascular, arterial periférica y enfermedades cerebrales vasculares.

Son lesiones que se presentan en las extremidades inferiores de los enfermos diabéticos, debido a una variedad característica de macromicroangiopatía y neuropatía periférica que conducen a la aparición de úlceras neurotróficas, osteoartropatía, infección, isquemia y necrosis de los pies que solas o en conjunto dan origen a la entidad clínica llamada “pie diabético”.

Existen factores intrínsecos y extrínsecos que precipitan las lesiones en los pies y la tríada clásica en la génesis de las lesiones es: la neuropatía, la angiopatía, y la infección, desencadenando lesiones necroticoinfecciosas